Hoy (y todo el fin de semana) pienso en María Ulecia. Y en nuestras casualidades felices, como ella las llama. Y en cómo la vida me lleva de una conexión a otra.
No sé por qué no comenté las palabras de María este verano. Quizá haya sido así porque tenía que comentarlas ahora, que incluso las oigo con más fuerza, y no antes.
"Esta andorinha voló de Lisboa a Alicante, donde se encontró con un gorrión que venía de Oriente, y con Erri de Luca: un encuentro feliz, como los que suceden en esta casa..."
Ya lo he dicho pero no me cansaré de repetirlo, quiero volver a mi casa en Lisboa.
Me acabas de emocionar. Lo sabes, imagino.
ResponderEliminarY que tesperamos en tucasa también lo sabes.
Yo me he acordado de ti hace 5 minutos, los que llevo de paseo por tus últimos días, sin sospechar que me guardabas esta sorpresa.
Feliz me dejas!
Feliz yo!
ResponderEliminarObrigada...