viernes, 11 de diciembre de 2009

Vanidad




*Making off de la sesión de fotos de Amparo Garrido 

Ordenando cajas que todavía seguían medio embaladas, hoy he encontrado CDs con fotos de distintas producciones fotográficas. Esta sesión para el Oceanográfico de Valencia me ha recordado lo afortunada que fui a costa de tanta miseria. 

Dentro de un tanque inmaculadamente azul y en el que nunca entrará ni un solo hilo de sol, había dos regalos de la naturaleza: Kairo y Yulka. Kairo, tan inteligente como viejo, no consintió asomarse ni una sola vez a ningún punto que tuviera forma humana. No se dejó fotografiar. Bajo ningún concepto. Yulka, tan inocentemente inteligente como joven, jugó y jugó. Y posó. Era increíble verla. Ya me habían advertido que así sería pero nadie podría imaginar hasta qué punto. Se detenía justo en el punto adecuado, se movía lentamente, giraba la cabeza, la volvía a girar, se quedaba medio suspendida... Y en aquellos instantes yo también me alegré de que aquella beluga estuviera encerrada allí dentro y que se moviera a nuestro son, mostrándose en todo su esplendor...

Es muy fácil pensar lo que ahora pienso, con un cliente contento, palmaditas en la espalda y atractivas vallas publicitarias. No quiero haberme alegrado. Quiero que aquella sesión hubiera sido imposible. Que no hubiera habido manera de interactuar con el animal. Que la recordáramos por haberla cancelado...

Pero no. Los leones marinos fueron más gentiles, si cabe. Por no hablar de los delfines...

Cuánta vanidad le cabe a un humano en un tanque de agua?

2 comentarios:

  1. Graciiiiiiias pour ton commentaire chez moi! je dévouvre ton blog !!!! super super chouette!!!!! Hasta prontitO! : )

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  2. C'est moi qui te remercie! C'est génial cette Spanish connection... Beeeesos!

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