martes, 14 de julio de 2009

Pensieri

Buen fin de semana ha sido este pasado. El beautiful day aún fue más beautiful de lo que se presentaba. El gran Sr. Rujas me honró con su presencia antes de pasar sus días en Cabo de Palos. Bueno, nos honramos mutuamente, yo a él con la recomendación gastronómica (esa Taberna nunca falla, si no que se lo digan a Coppola) y él a mí con su sola presencia y el paraíso en el que nos encontramos (aunque vaya una y mil veces nunca dejará de sorprenderme y más si traspasa uno cada vez los carteles de "privado"). Y de ahí, al huerto (de palmeras), gran lugar. Gran cena. Y grandes risas (debo indicarlo: encalar).



El sábado: la playa, la playa, la playa. LA PLAYA.



Y hoy: pues a quien madruga Dios le ayuda. Gracias a Public School, he encontrado esto. En Brighton no hay más remedio que hacer las cosas así de bien. Y a través de ahí a esta mujer. Y luego he intercambiado mails con otra, a la que creo que le voy a deber mucho en un futuro (ojalá). Y luego arroz con marisco. Y dossier de la ciudad de las ciudades bordado. Va a ser que los martes no son tan malos días.


*Obra de Pat Prima

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